La mezquita-catedral de Córdoba es mucha más que un monumento. En ella encontramos valor histórico-artístico, arqueológico, religioso, monumental y patrimonial. También fue un laboratorio de experimentación para la arquitectura andalusí durante el periodo Omeya.

Lo que nos ha llegado hasta hoy es un conglomerado de edificios que, aunque le resta unidad estilística, nos permite hacernos un magnífico resumen de vivencias históricas y culturales. Debido a su complejidad, es imposible explicarla en profundidad en unas pocas líneas. Lo que aquí contamos es solo una pincelada para animar al lector a conocer más sobre este magnífico edificio.

Mezquita-Catedral de Córdoba コルドバのメスキータ

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Orígenes:

Su origen está en la llegada musulmana a Córdoba y en su elección como centro administrativo. En este momento los musulmanes tomaron la mitad de la basílica mayor de Córdoba, la Mayor de San Vicente, dejando la otra mitad para el culto cristiano. Los cristianos y musulmanes convivieron durante años manteniendo cada uno sus cultos. Progresivamente, la comunidad cristiana fue disminuyendo y la musulmana aumentando.

Cuando llega Abd al-Rahmán I la mezquita ya se ha quedado pequeña para la gran comunidad musulmana. Compran su parte a los cristianos y les permiten construir templos extramuros. Se comienza la construcción de la nueva mezquita. Actualmente podemos ver restos de la antigua basílica cristiana que fueron descubiertos y excavados a principios del siglo XXI.

Resumen de las etapas musulmanas (785 – 1002):

-Abd al-Rahmán I (785 – 786): tiene una extensión de once naves y doce intercolumnios (tramos). Se utilizó material de acarreo (materiales aprovechados de otros edificios) para las columnas y capiteles, especialmente restos romanos de mármol. También otros materiales más pobres como el ladrillo, la piedra y la madera para los arcos, la cubierta y los muros. En los arcos se intercala el ladrillo y la piedra, lo que le da su característica imagen de arcos de dos colores. Para ganar altura y mantener las proporciones, se toma la decisión de colocar dos niveles de arcos: el más bajo sobre columnas y el segundo sobre pilares. De esta época también se conserva la puerta de San Esteban o Bab al-Wuzara.

-Ampliación de Abd al-Rahmán II (833 – 848): derriba el muro de la quibla y amplía ocho tramos hacia el sur. Las columnas y capiteles siguen siendo de acarreo, salvo 11 o 12 de ellos, entre los que encontramos los dos primeros capiteles andalusíes. Compositivamente continúa con la anterior.

-Ampliación de al-Hakam II (962 – 966): junto a la ciudad de Medina Azahara (a unos pocos kilómetros de Córdoba) conforman las dos obras cumbres del arte omeya. Vuelve a derribar el muro de la quibla y añade doce tramos nuevos. Hay estudiosos que dicen que por su calidad artística, se trata de una mezquita nueva añadida a la antigua. Sus novedades más trascendentes son: arcos lobulados, arcos lobulados entrecruzados, bóvedas y cúpulas sobre arcos, mosaicos del mihrab y capillas adyacentes y primeras decoraciones con yesería (simplifica, abarata y hace más liviana la decoración). Todas las columnas, cimacios y capiteles son nuevos. Se utilizan dos colores para las columnas: rosa y azul-grisáceo, de tal manera que una columna rosa queda rodeada por cuatro azules y viceversa. También se crea una fachada monumental interior en el muro de la quibla.

Como se ha dicho, en esta ampliación aparecen las bóvedas en la mezquita por primera vez; esto se debe a que al ir haciéndose cada vez más grande se va volviendo cada vez más oscura en la parte más importante (el muro de la quibla), y las bóvedas permiten que se abran huecos por los que entrar la luz, de tal manera que la parte más iluminada sea la más importante.

-Ampliación de Almanzor (987 – 1002): es la ampliación de mayor tamaño (casi duplica lo construido hasta el momento), pero la menos novedosa, ya que se limita a continuar con lo ya construido. Se reconoce fácilmente porque en sus arcos no se intercalan ladrillos y piedra, sino que se hicieron en piedra y se pintaron de rojo y blanco; se mantenía la imagen, pero se abarataban los costes. También es reconocible porque se mantienen las bóvedas encamonadas (bóveda falsa que se hace solo por temas decorativos, pero que no soporta peso de la cubierta) hechas en el s. XVIII.

Resumen de las intervenciones cristianas:

-A finales del siglo XV se añade una capilla y se convierte en iglesia.

-La catedral se comienza en 1523. Sobre la catedral hay una gran polémica; si bien es cierto que en cierta manera rompe con la visión unificada del conjunto musulmán, la mayoría de los estudiosos piensan que se hizo con mucho respeto, ya que no solo no se destruyó tanto como podría haberse destruido, sino que incluso es posible que de no haberse hecho la mezquita hubiera desaparecido, como desaparecieron la práctica totalidad de las mezquitas hispanomusulmanas.

-A principios del siglo XVII el alminar se convierte en la torre que vemos hoy. No es más que un decorado, ya que el antiguo alminar sigue estando en su interior.

-Se añade una capilla barroca en la que está la custodia, y también se hace el sagrario en el extremo sur, que crea un contraste muy curioso entre la decoración cristiana y musulmana en un mismo espacio.

Para saber más…

Si se quiere aprender más sobre la mezquita-catedral de Córdoba, se recomienda visitar su página web (https://mezquita-catedraldecordoba.es/) donde se puede leer y aprender más sobre su historia, las obras maestras que contiene, horarios y precio de la visita, además de las últimas noticias y hechos destacables relacionados con el edificio y las investigaciones que se lleva a cabo, así como una gran cantidad de hermosas imágenes.

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AUTOR

Escuela Caligramas

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PUBLICADO

10 de mayo de 2018